Con estas palabras concluyó Alejandro Fernández W. su ponencia en el webinar “¿Qué sucede? ¿Qué se espera en el corto y mediano plazo con la situación actual?”.
Durante su disertación de casi dos horas para miembros de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR), el analista financiero presentó el panorama económico de la República Dominicana, al tiempo que reconoció la difícil situación que se ha presentado a raíz del COVID-19, especialmente para los negocios.
Previo a la comparecencia de Fernández, el director provincial de AMCHAMDR en Puerto Plata, Román Medina Diplán, dio la bienvenida a los asistentes y se refirió del impacto del COVID-19 en la población mundial, las medidas adoptadas para contener la enfermedad y su efecto contundente en la economía a nivel mundial.
“Ante esta situación y para evitar el colapso del sistema sanitario, el gobierno dominicano se ha visto precisado a aplicar medidas extraordinarias de limitación a la movilidad y libre tránsito de personas, entre otras", dice Román Medina Diplan, quien se cuestiona ¿qué nos espera en el ámbito económico al final del actual estado de emergencia? ¿Cómo y en qué medida impactará esta situación a los diferentes renglones de nuestra economía a corto, mediano y largo plazo?
En ese contexto, Fernández inició su presentación hablando de las proyecciones de la CEPAL y el Banco Mundial, organismos que señalaron que la economía en América Latina experimentará una contracción económica, con excepción de República Dominicana que ni crecerá ni decrecerá.
Aunque, según revela Fernández, no todos los analistas financieros comparten ese optimismo, pero sí coinciden en que el 2021 traerá un crecimiento y un repunte económico. Sobre esa base, exhorta a que los empresarios busquen cómo sobrevivir al 2020 para que puedan aprovechar la estabilidad económica del año siguiente.
"Sorpresivamente, a pesar de la crisis, a junio de 2020 se mantuvo el ciclo de expansión crediticia que inició en 2013. En el primer trimestre de la pandemia, los sectores productivos han recibido más crédito", apuntó el analista financiero.
Sin embargo, resalta que “nunca se había dado una contracción tan fuerte como la que vemos ahora en el crédito minorista, que va dirigido a personas y hogares. El consumo es uno de los principales impulsores de crecimiento del país y el dinamismo económico de la banca".
Fernández continuó su análisis hablando de que el Estado se mantiene con buena liquidez, dado que, al cierre de mayo de 2020, contaba con RD$120 mil millones en depósitos en la banca, mientras bajaba su nivel de préstamos.
Dos puntos a los que hizo referencia el analista fueron a la devaluación del peso dominicano, que se situó en un 14.5% a mediados de junio, y la caída de las remesas en los meses de marzo y abril, pero que según el Banco Central se proyecta un repunte de 17% en mayo.
Ante la interrogante de si esta situación económica podría generar una devaluación y una crisis como la ocurrida en el 2003 con la crisis bancaria, Fernández entiende que no será posible.
"No importa quién gane las elecciones, no se va a permitir los niveles de devaluación como ocurrieron en 2004", sentenció.
Además, agregó que “cuando se defina la elección del próximo gobierno, se podrá ir avanzando con el Equipo Económico elegido para hablar con los organismos multilaterales, lo que dará bastante alivio a la actividad económica del país”.
Al ser cuestionado sobre las medidas de flexibilización extraordinaria que debería implementar la banca, Fernández favorece que lleguen a acuerdos con sus clientes para cumplir con los compromisos y negociar reestructuraciones para aquellos que fueron desvinculados de sus empleos.
El webinar “¿Qué sucede? ¿Qué se espera en el corto y mediano plazo con la situación actual?” forma parte de los eventos virtuales que se han organizado desde la modalidad AMCHAMDR Connect.