De acuerdo con las proyecciones de los empresarios encuestados, la crisis tuvo un impacto en la aceleración de la transformación digital en un 75% de las empresas, un 51% prevé que “nunca” retornarán los viajes de negocios como se realizaban previo a la pandemia y el 52.4% proyectaba que será en el primer cuatrimestre de 2022 cuando la actividad económica se reponga a los niveles que tenían antes del COVID-19.
Respecto a la situación del empleo, se les preguntó a los encuestados si habían despedido o contratado trabajadores durante la crisis y el 48.9% de los directivos afirmó que no había realizado despidos, mientras que un 22.6% reveló que despidió a más de un 10% de sus trabajadores, un 13.1% retiró a menos del 5% de su fuerza laboral. Solo un 7.1% de las empresas contrató personal en respuesta a la pandemia.
“Ligeramente menor”, así respondió el 53.6% de los empresarios encuestados por Fortune a la cuestionante de comparar el total de empleados de enero de 2020 respecto al mismo periodo del año siguiente. Sobre ese tema, un 19% dijo que la empleomanía de sus empresas sería significantemente menor, un 13.1% se mantendría casi igual, un 10.7% afirmó que sería ligeramente mayor y solo un 3.6% por ciento lo situó en mucho mayor.
Regresar a las oficinas ¿sí, no y cuándo? Sobre este punto, el 26.2% de los CEOs entrevistaron dijeron que el 90% de su fuerza laboral no retornaría nunca a su lugar de trabajo habitual. Las cifras más coincidentes fueron en septiembre de 2020 (un 17.9%), en enero de 2021 (un 20.2%), y en junio de 2021 (un 17.9%). Mientras que solo un 9.5% tenía previsto que sus colaboradores regresaran en junio de 2020 y un 8.3% lo estima para enero de 2022.
2021 es el año donde el 35.7% de los encuestados aseguró que espera exceder el gasto de capital a los niveles que tenía en 2019, mientras que 27.4% lo proyecta para el 2022 y un 19% lo ve para el año en curso.
Finalmente, el 60% de los ejecutivos entrevistados reveló que su principal preocupación respecto al riesgo de gestión de sus empresas dentro de esta realidad consistía en mantener a sus empleados a salvo y empleados de forma productiva, mientras que un 20% consideró que era el impacto en sus clientes y la incertidumbre de la continuidad de sus negocios.