Alfredo García, facilitador de los Talleres ODS 101, explicó que el primer paso que debe dar una organización para hacer un análisis de impacto está en definir el límite organizacional y a partir de ahí establecer en detalle los productos y servicios que ofrece la entidad, identificar, evaluar y contextualizar su impacto para finalmente explorar acciones de mitigación y potencialización.
“Todas las organizaciones dejan un impacto en los ODS, sea positivo o negativo. Por eso hay que revisar el portafolio de productos o servicios e identificar, a partir de ellos, los impactos ambientales, sociales y económicos asociados a la empresa”, afirmó tras presentar ejemplos de empresas que vincularon los aspectos de sostenibilidad a la propuesta de valor de sus productos o servicios y cómo determinaron sus impactos actuales y futuros.
El experto también insistió en que no todos los ODS aplicarán para todas las organizaciones, sino que se debe decidir cuáles tiene mayor incidencia de acuerdo con los impactos (tanto positivos como negativos) y riesgos asociados a su operación, que a su vez dependerá del esquema legal y organizacional de cada entidad.
En su ponencia, García afirmó que entre los desafíos a superar para alinear el negocio a los ODS está el bajo índice de compañías a nivel global que realizan casos de negocios (solo un 8%), que abordan en su estrategia algunas de las 169 metas globales contenidas en los ODS (solo un 20%) y las que adoptan compromisos SMART para materializar los ODS (solo un 10%).
Durante la sesión se planteó que el impacto del COVID ha retrasado el avance de la Agenda 2030, lo que implica que los actores de los sectores público y privado deben hacer un esfuerzo mayor para lograr su cumplimiento.
De acuerdo con García, cuando se tiene esa información determinadas, se procede a priorizar en cuáles ODS la empresa se concentrará para posteriormente establecer los objetivos e indicadores de gestión.
A seguidas, Bredyg Disla se concentró en enseñar que los planes de crecimiento de las empresas no solo deben incluir la sostenibilidad, sino que precisan hacer una buena gestión de sus stakeholders y además priorizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), vinculados con la empresa.
“Hoy tenemos usuarios, clientes, comunidades vecinas y reguladores más empoderados y educados, por lo que resulta esencial establecer un mapa de relacionados, entender sus necesidades, identificar cómo hacer el seguimiento y análisis de materialidad”, recomendó la experta.
Durante su presentación, Disla mostró a los participantes a evaluar la relevancia de los grupos de interés y a hacer análisis de riesgo.
“Un stakeholder puede paralizar tu proyecto, de ahí la importancia de elaborar planes de crecimiento a lo interno de la empresa que incluya la sostenibilidad y analice los riesgos que se pudieran presentar”, dijo.
Conoce a los panelistas
Alfredo García cuenta con tres años de experiencia en proyectos de sostenibilidad, cambio climático, gestión del riesgo, control interno y servicios de reporteo y verificación de informes de sostenibilidad en una variedad de industrias, incluyendo finanzas, petroquímica, agrícola, servicios aeroportuarios, cemento y retail. Labora como Gerente de Sostenibilidad, Reputación Corporativa y Sostenibilidad de la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP).
Ha participado en la verificación del desempeño económico, social y ambiental de empresas a nivel nacional e internacional bajo los estándares ISAE 3000 y GRI. Así mismo, ha realizado auditorías bajo la norma ISO 14001 e ISO 50001 y evaluaciones de impacto social en la industria de la construcción, aeroportuaria y servicios.
Bredyg Disla es vicepresidente ejecutivo de la Fundación AES Dominicana. Cursó la licenciatura en Relaciones Públicas en la Universidad Interamericana y tiene un Master en Administración de Negocios de la IESE Business School.
Disla completó un programa avanzado en Mercadeo por la Universidad de Los Andes y cuenta con una certificación del XI Workshop de Negociación y Persuasión del Harvard Faculty Club.